Mi principal objetivo a la hora de trabajar con niños y niñas de todas las edades es RESPETAR E INCENTIVAR SU CREATIVIDAD. Partiendo de esta base tan fundamental es cuando comienzo a intervenir en su proyecto. Siempre de una forma muy prudente, sugiriendo y poniendo a su alcance una extensa variedad de materiales para experimentar con ellos y que descubran con cual se sienten cada uno más cómodos.

Fomentar la creatividad en la infancia favorece su desarrollo
como persona, e influye positivamente
en las demás áreas del aprendizaje.

Establezco lo que yo llamo un DIÁLOGO ARTÍSTICO con el niño-a. Hablamos de cómo hacerlo, que necesitamos, que queremos que parezca o signifique, que técnica emplearemos; trato y lo consigo (a base de muchos años de observación), entender su forma de pensar, en nada parecida a la de un adulto. Y con esto quiero decir que ellos aún mantienen esa gracia, frescura y atrevimiento tan importante a la hora de crear. Por eso sus dibujos, sus cuadros, sus figurillas de arcilla o cualquier manualidad hecha con más o menos destreza, son para el niño o niña que lo realiza, lo más grande en ese momento, y es así como debemos hacérselo saber.

Después de la creatividad, nos atrevemos CON EL COLOR. Más bien diría yo que van de la mano.

Seguimos con el objetivo claro de que lo más importante es desarrollar su imaginación, o potenciarla, o simplemente animarles a experimentar. A veces no necesitan más y casi siempre nos sorprenden gratamente. Añadiendo el color le damos a la obra la gracia necesaria para decirnos algo sin usar palabras. Aprendemos a mezclar, pues les hablo mucho como realizarlas y con esta práctica las descubrimos juntos.

Hablamos, hablamos mucho. Es fundamental para mí que cuando surge una duda en una sesión de clase, entre todos hallemos la solución, por eso les pregunto y cada uno expone su versión u opinión del tema en cuestión. Resulta muy divertido y nuevamente sorprendente.

Querría acabar por hoy, con esta breve introducción sobre mi actividad, con una sensación muy importante a tener en cuenta desde mi punto de vista, y es lo a gusto que se sienten y así me lo hacen saber los alumnos. Esta es la razón por la que el estudio se ha convertido en un espacio de libertad, un lugar donde apetece acudir, lleno de paz, de luz natural del sol, de muchas plantas que crecen placenteramente y donde cada niño, cada niña y cada adulto que llega… consigue ser el mismo, ella misma.

GRAN OBJETIVO CUMPLIDO, ME SIENTO DICHOSA POR ELLO Y AGRADECIDA.