Cuantos recuerdos me vinieron a la cabeza cuando me encontré un antiguo cuaderno lleno de bocetos y apuntes de todo tipo. Me ha interesado desde siempre la figura humana, no tanto desde un punto de vista anatómicamente perfecto, que también, sino desde un punto más y muy expresivo, donde transmitir a través de sus expresiones y movimientos, estados de ánimo, tanto de felicidad como de melancolía, principalmente.
Distorsionar las figuras dándoles un aspecto muy personal y desenfadado ha sido uno de mis más queridos garabateos a lo largo de los años, de una forma muy consciente.
Eran mis comienzos y mis primeros pasos hacía lo que ahora se ha convertido en mi profesión.
Aún encontraré apuntes mucho más antiguos que compartiré con vosotros.
Ahora, aquí va una muestra de este primer hallazgo.
Disfrutad.