
Me llamo Mertxe Sánchez Peñarroya, y soy creadora de sueños.
Mi vocación viene desde la cuna. Naci en 1964. Mi padre ingeniero técnico industrial, mecánico y muy buen dibujante lineal, mi madre delicada modista, de puntada fina e invisible, maravillosa dibujante artística.
Me enseñaron a valorar las cosas, a esforzarme por conseguirlas, a no rendirme si costaba esfuerzo llegar a ellas, a compartir, a amar a la familia, sencillamente a Amar la Vida.
Ellos fueron los primeros que creyeron en mí. Mi padre me abrió los ojos a la realidad del mundo y mi madre me consiguió un estudio en una vieja casa que alquilaban por habitaciones.
Ya de pequeña devoraba las cajas de acuarelas en una sola lámina de dibujo y de adolescente tuve como profesores a Rubén Enciso, a Enrique Larroy, a Ricardo Calero…y más.
En aquella época de instituto formé parte de un grupo teatral con mis amigos. Nos dirigía Héctor Grillo, un actor de teatro muy original, que también dejó su impronta en mí; llegamos a actuar en diferentes pueblos, con obra propia.

Ya con 18 años, era el año 1982, y al mismo tiempo que cursaba mis estudios de publicidad en la Escuela Superior de Artes de Zaragoza de la mano de profesores de la talla de Lalinde, José Luis Cano, J. L. Martinez, Ignacio Mayayo… y el mismísimo Pascual Blanco, uno de mis mayores referentes, acudía al taller del pintor Manuel Marteles, donde empecé a descubrir técnicas pictóricas que me fascinaron, como son el pastel y el acrílico. Allí conocí brevemente a J.A. Labordeta. En mi paso por la escuela descubrí la belleza y sobriedad del dibujo técnico aplicado a la decoración; el dibujo del natural de la figura humana; el claro oscuro del carboncillo, clásico por naturaleza; el volumen, de la mano de un profesor que amaba la escultura como yo la amo ahora. Las clases de Arte se convertían en verdaderas aventuras contadas por otro de los profesores que me marcó por la forma tan apasionada de contar la historia de otras épocas pasadas, Ángel Azpeitia.
Fueron años de ver muchas exposiciones, de escuchar charlas de temas muy variados, de ver obras de teatro alternativo, de participar en performances, de pequeños trabajos para revistas o comics, de tertulias artísticas en nuestro bar preferido El Ángel Azul… de ahí surgió la idea de crear un grupo con inquietudes culturales al que llamamos MESACHES. Decir que, el grupo aún sigue funcionando con parte de sus miembros y siguen realizando una gran labor cultural a nivel profesional.
Al terminar esta primera etapa de mi formación, descubrí que mi verdadera vocación sería otra muy distinta para la que me había preparado. Decidí dedicarme a la enseñanza.
Este es un momento crucial en mi vida, pues aquí entra en escena una persona muy importante, una mujer, una madre que definió mi carrera profesional por lo que le dedicaré un capítulo especial próximamente en mi blog, porque esto sí que marcó realmente mi camino.
Llevo 34 años dedicada a la docencia por completo, menos un periodo de tiempo corto que estuve trabajando de ayudante de delineantes en la papelera Saica-2.
Durante estos años, y a nivel particular, he acudido a cursos de formación muy variados, siempre de temas de arte.
Así es como conozco el taller de Gloria Barrena, y junto a ella aprendo a trabajar con materiales y técnicas tan diversos como la seda, la marquetería, la decoración y recuperación de muebles, el cristal y el cristal fusión… Sigo aprendiendo más de modelado y cerámica. Me intereso por el tema de las manualidades, muy en auge en ese momento.
Más adelante me introduzco en el conocimiento del arte conceptual de la mano de una artista inglesa, en un lugar tan mítico y místico como es el Monasterio de Veruela. Cinco días de convivencia y creación, abriendo mi mente y ampliando más opciones a explorar. Este lugar también dejo su huella.
La lectura es otra forma muy interesante de adquirir conocimientos y he hecho mucho uso de ella, llegando a tener una bonita colección de libros que utilizo asiduamente con mis alumnos.
Y no menos apasionante es la observación de la propia naturaleza, aprender a ver y “descubrir en ella todo lo que es menester”, como decía el mismo Leonardo da Vinci.
Estos tres últimos años estoy profundizando en técnicas de grabado, acudiendo a la Escuela de Grabado de Fuendetodos.
Este es el nuevo proyecto hacia donde estoy dirigiendo el estudio en estos momentos.
Me defino como Educadora en Arte, Dibujante y Pintora, Escultora de momentos y poeta de instantáneas …soy creadora de sueños.
Un abrazo para todos por estar ahí.