Como os prometí hace días en mi apartado de “me presento”, voy a contaros como fue que decidí dedicarme a la enseñanza. Es entrañable recordar. Y fue porque una mujer, una madre, maravillosa y visionaria, que como siempre he dicho …creyó en mi antes que yo misma, me pidió una mañana de aquel verano que le diera clases de dibujo a sus dos hijas.
En aquel momento yo estaba ocupando una habitación de unos 6 m2, en una casa que alquilaban por habitaciones y que mi madre me había conseguido para que yo pintase, de la cual me cobraban mil pesetas (al cambio serían unos seis euros, pero claro esto ya hace muchos años. Yo tendría 20 o 21 años nada más).
Dije que no.
Sin embargo, ella no lo aceptó, y días más tarde volvió a proponérmelo.
Volví a decir que no.
Su perseverancia ante mis negativas fue de tal grado que un día de ese verano consiguió que yo aceptase y le dijera que sí.
No lo sabía entonces, pero en ese mismo momento cambiaría toda mi vida.
Mis planes de viajar y exponer por todas partes del mundo se quedaron en un segundo plano cuando los cambié por una mesa hecha con una tabla de aglomerado y una caja de fruta de esas de madera gorda y como sillas unos cojines sobre el suelo. Éramos cuatro alrededor de aquella improvisada mesa: las dos niñas hermanas, mi propia hermana pequeña con la que me llevo diez años y yo misma explicándoles la lección y dibujándoles los motivos que ellas iban repitiendo a la misma vez.
La juventud, la ilusión y el apoyo de tus seres queridos son una buena coctelera para perder el temor por la inexperiencia y emprenderse en esta aventura.
Así pasamos un divertido verano. Y después del primero vino el segundo, y el tercero…mientras tanto iba terminando mis estudios en la escuela superior de Artes.
Así de sencillo, así de fácil. Y ya han transcurrido más de 35 años.
Eternamente agradecida a esta bella mujer, que la vida se llevó muy pronto a causa de un cáncer; cada día que la recuerdo, y son muchos, sé que estoy aquí, ocupando este lugar, porque ella se propuso que así fuera.
UN FUERTE ABRAZO A TODOS Y TODAS.